¿Podés imaginar que sos el sonido? ¿Cuál es la memoria sonora más antigua que recordás? ¿Qué sonidos cambian tu respiración? ¿Cuál es el paisaje sonoro de tu barrio? ¿Qué sonido te fascina? ¿Qué sonido querrías que te susurraran al oído? ¿Cuál es el ritmo que sigue tu forma normal de caminar? Si pudieras componer cualquier pieza musical, ¿qué compondrías?
Estas son algunas de las preguntas que probablemente nunca te hayas hecho si no te cruzaste con la obra de Pauline Oliveros. Algo que, por cierto, no ha sido muy sencillo si solo leés en español. Por suerte, Dobra Robota acaba de publicar Deep Listening: una práctica para la composición sonora, el primer libro traducido a nuestro idioma de esta compositora y acordeonista norteamericana, “una de las figuras más importantes que dio la música experimental del siglo XX”, como sostiene en las palabras introductorias Alan Courtis, músico fundador del grupo argentino Reynols y discípulo de Oliveros, a cargo de la traducción de este libro/guía, publicado originalmente en 2005.
“A través de Pauline Oliveros y Deep Listening finalmente comprendo qué es la armonía… se trata del placer de hacer música”, dijo en 1989 un tal John Cage, con el objetivo de marcar la relevancia del trabajo de Oliveros, quien visitó una sola vez nuestro país, en 1994, para dictar un workshop de Deep Listening, y que falleció en 2016, a los 84 años.
¿De qué va todo esto del Deep Listening? Una de las tantas definiciones que intentan responder a la pregunta durante las primeras páginas del libro asegura que “Deep Listening es una práctica pensada para elevar y expandir la consciencia del sonido en todas las dimensiones de la consciencia y dinámicas de la atención abiertas al ser humano”.
El término creado por Oliveros se puede entender también como una filosofía de vida, una forma de escuchar con profundidad al universo que nos rodea, una práctica en constante desarrollo que busca, a través de la meditación, la respiración y la reflexión, una nueva comprensión acerca de qué, cómo y cuándo escuchamos y que, parafraseando a Los Auténticos Decadentes, argumenta en favor de que “cualquiera puede escuchar”.
Pionera de la música electrónica en los años 60, en San Francisco, docente, activista feminista e investigadora, Oliveros escribió estos textos a manera de guía práctica, en donde ofrece ejercicios y métodos para abrirse hacia la escucha, sea uno músico o no.
“Si un sonido te focaliza, síguelo hasta el final”, repite Oliveros como una suerte de Yoda del sonido que, a lo largo del libro, se introduce en la mente (y especialmente en los oídos) del lector como un suave mantra que le hará cambiar para siempre la forma en que percibe auditivamente el mundo a su alrededor.
Deep Listening: otra manera de entender canciones
Nota para Rolling Stone por Sebastián Ramos.
Escucho, luego existo.
¿Podés imaginar que sos el sonido? ¿Cuál es la memoria sonora más antigua que recordás? ¿Qué sonidos cambian tu respiración? ¿Cuál es el paisaje sonoro de tu barrio? ¿Qué sonido te fascina? ¿Qué sonido querrías que te susurraran al oído? ¿Cuál es el ritmo que sigue tu forma normal de caminar? Si pudieras componer cualquier pieza musical, ¿qué compondrías?
Estas son algunas de las preguntas que probablemente nunca te hayas hecho si no te cruzaste con la obra de Pauline Oliveros. Algo que, por cierto, no ha sido muy sencillo si solo leés en español. Por suerte, Dobra Robota acaba de publicar Deep Listening: una práctica para la composición sonora, el primer libro traducido a nuestro idioma de esta compositora y acordeonista norteamericana, “una de las figuras más importantes que dio la música experimental del siglo XX”, como sostiene en las palabras introductorias Alan Courtis, músico fundador del grupo argentino Reynols y discípulo de Oliveros, a cargo de la traducción de este libro/guía, publicado originalmente en 2005.
“A través de Pauline Oliveros y Deep Listening finalmente comprendo qué es la armonía… se trata del placer de hacer música”, dijo en 1989 un tal John Cage, con el objetivo de marcar la relevancia del trabajo de Oliveros, quien visitó una sola vez nuestro país, en 1994, para dictar un workshop de Deep Listening, y que falleció en 2016, a los 84 años.
¿De qué va todo esto del Deep Listening? Una de las tantas definiciones que intentan responder a la pregunta durante las primeras páginas del libro asegura que “Deep Listening es una práctica pensada para elevar y expandir la consciencia del sonido en todas las dimensiones de la consciencia y dinámicas de la atención abiertas al ser humano”.
El término creado por Oliveros se puede entender también como una filosofía de vida, una forma de escuchar con profundidad al universo que nos rodea, una práctica en constante desarrollo que busca, a través de la meditación, la respiración y la reflexión, una nueva comprensión acerca de qué, cómo y cuándo escuchamos y que, parafraseando a Los Auténticos Decadentes, argumenta en favor de que “cualquiera puede escuchar”.
Pionera de la música electrónica en los años 60, en San Francisco, docente, activista feminista e investigadora, Oliveros escribió estos textos a manera de guía práctica, en donde ofrece ejercicios y métodos para abrirse hacia la escucha, sea uno músico o no.
“Si un sonido te focaliza, síguelo hasta el final”, repite Oliveros como una suerte de Yoda del sonido que, a lo largo del libro, se introduce en la mente (y especialmente en los oídos) del lector como un suave mantra que le hará cambiar para siempre la forma en que percibe auditivamente el mundo a su alrededor.
Fuente: Revista Rolling Stone, La Nación